Estamos jugando con ecosistemas, vidas y estructuras, historias enteras que se ven amenazadas de ser desintegradas y transformadas en una nube con forma de hongo...
¿Estamos realmente preparados para la utilidad de la democracia como disfraz de amenazas mundiales? Claramente no. El atestiguamiento de la destrucción a manos de las personas con poder, son el tipo de cosas que merecen toda la preocupación que le podemos dar.
Actualmente, la paz viene, tiene forma de misil con una advertencia de alerta nuclear. El silencio de los vaporizados en Hiroshima y Nagasaki está haciendo eco. Estamos jugando con ecosistemas, vidas y estructuras, historias enteras que se ven amenazadas de ser desintegradas y transformadas en una nube con forma de hongo.
Resulta evidente que la potencia de las franjas rojas y blancas es un actor importante en este juego de mesa del que nos hicieron ser parte como una ficha más. ¿Y nuestros problemas? ¿Dónde quedan? Pues muy atrás en el tiempo. Las condiciones socioeconómicas de México no han cambiado desde hace mucho tiempo, y es hasta ahora que se están haciendo más frecuentes con la oleada de deportaciones que Estados Unidos ha realizado constantemente a lo largo del mandato de Trump. ¿Era necesario que Estados Unidos tuviera un presidente tan intolerante como para darnos cuenta de eso?
Por otro lado, vemos noticias en donde la potencia del norte sigue interviniendo en más conflictos del Medio Oriente, autoproclamándose agente y servidor de paz de un conflicto bautizado como "La Guerra de los 12 días", mismo conflicto que llevan apoyando desde hace años con su presupuesto armamentístico, todo bajo el pretexto de buscar un alto al fuego con las manos manchadas color carmesí.
Son miles los niños que cumplen años bajo tierra palestina, iraní e israelí. Pero si eso no llega a Occidente, el dolor no existe y los medios masivos no lo cubren. No busco condenar al país entero, ya que eso se traduce en culpar a civiles de las acciones que sus líderes toman, y nadie de nosotros tiene el derecho para hacerlo, mientras vivamos en un país donde constantemente nos recordamos la ocasión en donde aquellos que se supone que están para defendernos abrieron fuego contra manifestantes, estudiantes, madres buscadoras y desapariciones de reporteros, comunicólogos, activistas y defensores de patrimonio natural, con tal de complacer a los que tienen el poder por encima del mismo gobierno.
Me encantaría poder decir que estoy haciendo algo con esto que menciono, pero no permitiré que esa hipocresía entre en mis pensamientos. No está en mis manos la capacidad de hacer algo directamente, y honestamente dudo que alguna vez lo esté. Sin embargo, constantemente me dedico a hablar con mis allegados sobre la situación en Medio Oriente, claro que aprovechando el poco respaldo que me da el encontrarme estudiando Historia, al menos en sus primeros semestres, a veces es triste ver cómo subestimamos la opinión de terceras personas solo por su edad o posición, mientras que sobrevaloramos la opinión de otras personas por estas mismas razones.
Claramente estoy muy en contra de una mentalidad que subestime los pensamientos de mis contemporáneos. Es por eso que estoy tan agradecido con estos espacios donde se pueden expresar las opiniones de cualquier persona de una manera respetuosa. A su vez, estoy agradecido con las personas que permiten que esto sea una realidad. Con esto no pretendo colocarme a mí mismo en una posición de superioridad moral o intelectual. Aborrezco y rechazo completamente esos ideales. Muchas gracias por leerme.