Como investigadores debemos considerar que de cierta manera (los textos) están influenciados por la perspectiva o los intereses del autor, por lo que es importante analizar y cuestionar la información que nos brindan.
El uso
de fuentes primarias en la Historia es esencial para comprender y reconstruir
el pasado. Estas fuentes son documentos o testimonios que fueron creados en un
periodo determinado, pueden ser cartas, diarios, crónicas, tratados, leyes,
entre otros; lo que los distingue es que son contemporáneos a los hechos que
describen y ofrecen una visión directa de lo que ocurrió. Al ser documentos
creados en el momento histórico, tiene una mayor probabilidad de ser verídicos,
reflejan la realidad de aquel tiempo, sin embargo no significa que todas las
fuentes primarias sean completamente objetivas, como investigadores debemos
considerar que de cierta manera están influenciados por la perspectiva o los
intereses del autor, por lo que es importante analizar y cuestionar la
información que nos brindan, también este análisis implica la consideración del
contexto histórico, prejuicios personales y las limitantes de las fuentes.
Ejemplo
de lo anterior es el libro Historia
verdadera de la conquista de la Nueva España escrito por Bernal Díaz del
Castillo, la obra fue publicado por primera vez en 1568, casi 50 años después de los eventos que
se describen en el escrito, para entonces Bernal ya contaba con la edad de 76
años, en ese sentido los hechos pueden variar desde la temporalidad que
describe el autor, la “realidad que describe pudo afectarse por los años
modificando su relato primigenio en el momento que ocurrido mostrando algunas
inconsistencias en el relato.
Otro
ejemplo es el Parayso Occidental de
Carlos de Sigüenza y Góngora, apareció en el año de 1684 en la capital de la
Nueva España, crónica elaborada a partir de testimonios orales y escritos de
monjas, y perpetuar el entorno de su vida de las monjas del Real Convento de
Jesús María descendientes de conquistadores y primeros pobladores, además se
puede inferir que en última instancia es que escribir una crónica religiosa
informaba directamente al Real y Supremo Consejo de Indias, al consejo de
Castilla y sobre todo al monarca acerca de la historia de la orden religiosa y
el convento para ser favorecido, porque este monasterio fue fundado bajo el
patronato de Felipe II en el siglo XVI.
En resumen, el uso de fuentes primarias, análisis crítico e incluso me atrevo a decir que la nostalgia (aunque lo neguemos siempre tenemos algo de subjetivo en nuestras investigaciones), son componentes esenciales en el estudio del pasado. Mediante la investigación y consideración de estas palabras, es posibles obtener una visión más completa y comprensión de determinada época histórica, un pequeño grano de arena para los futuros etnohistoriadores, historiadores y todos aquellos que quieran una ventana al pasado.
Ilustración
1: David Calderón, portadas facsimilares, CDMX, 19/enero/ 2024.