Uno de esos tantos hombres valientes que siguieron reclamando sus derechos fue mi abuelo Felipe, fue hasta 1929 (como bien lo relata mi padre con datos que he corroborado con fuentes historiográficas) que se hizo la repartición de tierras en la entidad...
Existen datos historiográficos que enumeran más
de trecientas haciendas en el Estado de México, durante la época del porfiriato
y hasta comienzos de la Revolución Mexicana. Sin embargo, hay una hacienda en
esta entidad que destaca entre todas, porque en aquel tiempo y desde su
fundación fue la más grande del territorio y aún existe.
La Gavia es una hacienda que se encuentra en el
municipio de Almoloya de Juárez, en el Estado de México; se ubica a dos horas
de la ciudad de México camino a Valle de Bravo por la carretera federal Toluca-
Zitácuaro, poco antes de llegar a Villa Victoria. Este es un lugar lleno de
historia, ya que ha experimentado distintas situaciones y transformaciones
desde su fundación en el siglo XVI, hasta nuestros días. Uno de estos acontecimientos
ocurrió durante la Revolución Mexicana.
Cuando esta finca se fundó, llevó por nombre:
“La Hacienda de Nuestra Señora de la Candelaria”, posteriormente “La Gavia”. La
importancia de esta hacienda, se extendió por toda la región, estudios
historiográficos aluden que para inicios del siglo XX, este lugar abarcaba más
de 132, 000 hectáreas, llegando su extensión hasta Tenancingo, colindante con
el Estado de Morelos; además, tuvo distintos dueños a lo largo del tiempo,
entre sus propietarios destacan Pedro Romero de Terreros, conde de Regla que se
dedicaba a explotar haciendas en la época del virreinato; e, incluso, los
jesuitas la poseyeron un tiempo hasta que fueron expulsados en 1767.
En tiempos de la guerra de Independencia en
1810, se dice que está hacienda fue ocupada por ejércitos insurgentes, hecho que
podría legitimarse al revisar la ruta de los Insurgentes ya que dicho ejército
se desplazó de Valladolid (hoy Morelia, en el estado de Michoacán) hacia
Toluca, para combatir a los realistas en el Monte de las Cruces y el espacio de
la hacienda, debió haber sido un paso obligado para llegar a la Ciudad de
México.
Otro hecho relevante sucedió durante la
Revolución Mexicana, cuando los zapatistas invadieron dicha hacienda. Como
sabemos, la Revolución Mexicana comenzó el 20 de noviembre de 1910 con el Plan
de San Luis que proclamó Francisco I. Madero, donde llamaba no sólo a la
sociedad civil a recuperar sus derechos, sino a los sectores vulnerables y
desposeídos, sobre todo a los campesinos, para luchar y recuperar lo que les
había sido arrebatado.
No fue sino hasta 1911 que el Ejercito
Libertador del Sur, hizo presencia en el Estado de México y, en paralelo, gente
de esta entidad se levantó en armas. Tal fue el caso de Rosa Bobadilla que se
pronunció en octubre de ese mismo año, para 1912 aparecen otros coroneles revolucionarios en Valle de Bravo, Malinalco,
Tenancingo y Tenango del Valle.
Mucha gente se unió al movimiento suriano que
comandaba Emiliano Zapata, desde Morelos. Entre las huestes zapatistas que
llegaron a la región sur del Estado de México, figuraban la comandada por
Genovevo de la O; la de Francisco Pacheco, a la cual se uniría la coronela R.
Bobadilla; la de Quintanilla o la de Jesús Salgado, ésta última proveniente del
estado de Guerrero; durante esos años, además de la tropa zapatista, también
incursionaron en la demarcación los Constitucionalistas comandados por
Venustiano Carranza.
Algunos de estos grupos, “amparados” por los
objetivos de su lucha, cometían desmanes en busca de botín y comida, y llegaban
a someter a las poblaciones y a las haciendas. Así, en “octubre de 1912”,
cuando los zapatistas comenzaron a aventurarse por el “distrito de Toluca”, La
Gavia sufrió un asalto perpetuado por estas tropas. En aquel momento los dueños
de la hacienda eran Don Antonio de la Riba Cervantes y su esposa Doña Dolores
García Pimentel, las huestes ingresaron a la propiedad cometiendo distintas
atrocidades, quemaron algunas chozas y ejecutaron algunos campesinos; fue un
episodio sumamente cruento por todos los daños que ocasionaron a su paso.
Por momentos podría pensarse que fue en vano
toda esta lucha que se suscitó en el Estado de México, ya que cuando los
zapatistas fueron expulsados del lugar por los constitucionalistas en 1915
parecía que todo quedaba como antes; las haciendas conservaban su gran poder y
los campesinos seguirían sometidos. Sin embargo, aún permanecieron algunos
destellos zapatistas durante los siguientes años, hubo quienes siguieron en pie
de lucha reclamando sus tierras a los caciques. Uno de esos tantos hombres
valientes que siguieron reclamando sus derechos fue mi abuelo Felipe, fue hasta
1929 (como bien lo relata mi padre con datos que he corroborado con fuentes
historiográficas) que se hizo la repartición de tierras en la entidad; la
Hacienda La Gavia en ese mismo año fue dividida para repartirla también,
dejando una pequeña porción de hectáreas a los dueños.
Al final, son tantos los acontecimientos que
envuelven la historia de esta hacienda que este espacio no es suficiente para
enumerarlos., es interesante saber que fue y ha sido escenario de distintos
sucesos a lo largo de los últimos cuatro siglos, que después de la Revolución
ha tenido otros dueños. Sigue siendo un lugar que acumula historias y
anécdotas, porque además de los hechos ya relatados, será recordada como el
lugar donde un cantante de tanta popularidad como Luis Miguel grabó su
interpretación de “La media vuelta”. Actualmente, la hacienda únicamente abre
sus puertas al público cada 2 de febrero, para celebrar a la Candelaria.