Crónicas por la Historia - El Dia de Muertos en la Ciudad de México por Alejandro Valdés Pérez

Alejandro Valdés Pérez (UACM)


El altar es una construcción simbólica y una mezcla de las ideologías de la cultura prehispánica y la cosmovisión endémica de las culturas mesoamericanas con las creencias religiosas de Europa.


En México, particularmente en la capital, los días 1 y 2 de noviembre celebramos el Dia de Muertos. Ponemos nuestro altar para honrar, recordar con mucho afecto y amor a nuestros seres queridos, quienes partieron de nuestro mundo al más allá, ya sea al Mictlán en la cultura prehispánica o al cielo en la cultura eclesiástica. Pero el día de hoy no hablamos de religión porque, honestamente, no soy experto en esta materia.  Lo que sí es seguro, es que el Dia de Muertos es una tradición ancestral y milenaria que pertenece a nuestra cultura, dependiendo de cada región, se celebra en distintas formas, pero con un mismo propósito: honrar a nuestros ancestros y a nuestros seres queridos.  Misma que en 2008, la UNESCO lo reconociera, siendo declarado como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. 


En cada familia no puede faltar el altar de muertos, una pieza esencial y fundamental en nuestra tradición del Dia de Muertos, cuyo elemento consiste en la instalación de un altar domestico en honor a los muertos de la familia. El altar es una construcción simbólica y una mezcla de las ideologías de la cultura prehispánica y la cosmovisión endémica de las culturas mesoamericanas con las creencias religiosas de Europa. Como resultado de la mezcla cultural, entre el “Viejo y el Nuevo Mundo” durante la Conquista, posteriormente en la conversión de los pueblos originarios y nativos en territorios durante la época colonial, más tarde ya como nación independiente.


Los niveles del Altar de Muertos, representan la cosmovisión y el mundo entre los vivos y los muertos. En cada uno de ellos, se colocan los elementos esenciales como son el Papel picado, Velas o Veladoras, Flores de Cempasúchil, Copal o Incienso, Sal, Agua, Calaveritas, el Pan de Muerto, la Comida que le gustaba en vida y por supuesto la fotografía del ser querido. (Imagen 1)



Representación del Altar del Dia de Muertos

Respecto a la imagen de La Catrina, en una entrega anterior de Crónicas por la Historia, había comentado sobre la figura de la Calavera Garbancera de José Guadalupe Posada y el auge de la caricatura en la época del Porfiriato, también durante la Revolución Mexicana, en el marco del homenaje luctuoso al caricaturista del periódico La Jornada y la revista El Chamuco, Antonio Helguera.

 

En esta ocasión, el pintor y muralista Diego Rivera lo retomó para realizar una de sus obras más importantes, por encargo del Arquitecto Carlos Obregón Santacilia (autor del Monumento a la Revolución y del Hotel del Prado): Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central. Convirtiendo la obra de Posada, la Calavera Garbancera en La Catrina.


Hablando de La Catrina, haciendo mención a la caricatura de combate del siglo XIX, estas catrinas se acompañaban con versos que se escriben como una manifestación de nuestra cultura, para satirizar o hacer cábula, naciendo las calaveras literarias. Textos breves que, con la picardía mexicana, reflejan el espíritu y la festividad frente a la muerte, escrito con un tono satírico o burlesco, en vísperas del Dia de Muertos. Precisamente desde 2015, la tradición del Dia de Muertos en la capital del país, comenzó a ser reconocido mundialmente por la película Spectre, del Agente 007 James Bond.


Podemos asociar la relevancia de la tradición del Dia de Muertos con la película Macario, dirigida por Roberto Gavaldón y protagonizada por Ignacio López Tarso. En esta adaptación cinematográfica, se pueden vislumbrar los elementos esenciales de la tradición del Dia de Muertos, ambientado en la época colonial, es decir, en el siglo XVIII y en vísperas de la festividad. Bajo la sinopsis de la obsesión de Macario por la pobreza que sufre él y su familia, sumando el temor a la muerte, su relación con ella en forma de campesino al compartir el guajolote que llevaba. Misma que como muestra de agradecimiento, le ofrece su amistad y le otorga como regalo un agua milagrosa que cura cualquier enfermedad, permitiéndole utilizarla bajo condiciones específicas. En cambio, la película Spectre del Agente 007, vemos una Ciudad de México en las festividades del Dia de Muertos como un carnaval por las calles del Centro Histórico, mientras se llevan a cabo las escenas (obviamente hechas a computadora y pantalla verde) de acción para evitar un ataque terrorista.


Si bien, en la Ciudad de México estamos acostumbrados a la instalación de altares, alebrijes y calaveras en el Museo Dolores Olmedo, el Museo de las Culturas Populares o  el Museo Frida Kahlo, en lugares más abiertos y amplios como Ciudad Universitaria o en plazas públicas como Coyoacán, Tlalpan, Xochimilco y recientemente Iztapalapa, así como honrar a nuestros difuntos visitando las tumbas de nuestros seres queridos durante el 1 y 2 de Noviembre, el desfile del Dia de Muertos no existía para entonces. Sería hasta un año después, debido al interés que generó tanto el público nacional y extranjero como por las autoridades del entonces Distrito Federal (hasta 2016-2017 cuando cambio su nombre a Ciudad de México). El Desfile se agregó como parte de las tradiciones del Dia de Muertos en la Ciudad de México (solo en 2020 no hubo por el tema de la pandemia). (Imagen 2)



Disfraces

El Desfile del Dia de Muertos en la Ciudad de México, es un evento recientemente agregado a las festividades de la tradición del Dia de Muertos, las costumbres aún se mantienen vigente en la actualidad. Aunque ya se han mezclado con algunos elementos del Halloween, pero eso ya será para otra ocasión. Nos vemos en la otra.

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