Los niños se convirtieron en consumidores de juguetes por un nuevo material que había entrado al mercado y fue el uso del plástico que desplazó a los juguetes tradicionales como: los trompos, los yoyos, baleros, las canicas, los títeres de maderas, entre otros. La producción de los nuevos juguetes fue gracias a la industrialización y quienes podían adquirir esos juguetes eran las clases altas y medias. Ya que los juguetes tradicionales pasaron a formar parte a las clases bajas.
Cuando era pequeña recuerdo que abundaban
en el mercado y en los comerciales los juguetes para niñas y niños ¿Cuántas
niñas soñamos con tener el micro-hornito y poder hornear pasteles esponjosos y
llenos de merengue? La primera carta que le escribí a los reyes magos fue para
pedir una muñeca Barbie, un nenuco, mi primera cocinita y un juego de té,
mientras que mi hermano pedía los carritos, muñequitos de lucha libre, herramientas
de mecánico y el famoso carrito de volteo. Esas cartas parecían ser
interminables con una gran lista de deseos de juguetes que se promovían en la
televisión y lo que queríamos experimentar era la felicidad otorgada por un
juguete cuando la verdadera felicidad era la convivencia con nuestra mamá,
papá, hermanos, tíos, primos y amigos. Esto y más fueron experiencias que se
acumularon en mi infancia, lo cual me hizo pensar en ¿Cómo fue concebida la
infancia a mitad del siglo XX en México? ¿Cuáles fueron los juguetes populares
para las y los niños?
La
infancia ha sido parte de un espacio simbólico, los adultos imaginan e
idealizan la figura del niño con relación a su futuro adulto como el hombre o
la mujer del mañana. A mediados del siglo XX con el apoyo de los medios de
comunicación a pareció un nuevo actor social: el niño consumidor. Este proceso
estuvo acompañado por la estratificación de la sociedad, es decir, por la
separación de las clases sociales: altas, medias y bajas. La modernización de
México se presenció durante los sexenios de Miguel Alemán (1946-1952) y AdolfoRuiz Cortines (1952-1958) siendo su “Proyecto Nacional” el desarrollo económico
del país, lo cual beneficio a la creciente clase media. La sociedad de
consumidores involucro a los niños como un nuevo actor social y económico. En
la década de 1950 fue parte de la modernización nacional, promoviendo la
cultura del consumo y la urbanización que fueron factores que se sumaron a la
función económica y de esta manera los niños se involucraron como pequeños
compradores.
Pero,
¿Qué compraban los niños? ¿Por qué los juguetes formaron al niño consumidor?
¿Quiénes ayudaban a los niños a desear y adquirir los juguetes? Y ¿Cuál era la
diferencia en los juguetes de los niños de la clase alta, media y baja?
Respondiendo la primera cuestión. Los niños pedían juguetes a sus padres. Los
juguetes fueron un modelo para el desarrollo del carácter de los niños. Es
decir, la distinción entre niños y niñas –creando una subjetividad relacionada
en la compra del juguete enfatizando en el “género” el cual debía de adoptar el
infante- El modelo a seguir eran las actividades de la vida cotidiana que
desarrollaban los padres y esto se logró a través de los juegos. Era común que
los juegos tuvieran que ver con el cuidado del hogar, el juego de té, la
crianza de los hijos mientras que otros juegos se enfocaban en los trabajos
pesados que implicaba fuerza en su ejecución. Promoviendo la enseñanza y así
los niños se integrarán cada vez a la sociedad.
Los
niños se convirtieron en consumidores de juguetes por un nuevo material que
había entrado al mercado y fue el uso del plástico que desplazó a los juguetes
tradicionales como: los trompos, los yoyos, baleros, las canicas, los títeres
de maderas, entre otros. La producción de los nuevos juguetes fue gracias a la
industrialización y quienes podían adquirir esos juguetes eran las clases altas
y medias. Ya que los juguetes tradicionales pasaron a formar parte a las clases
bajas. Otro factor que ayudo a formar al niño consumidor fueron los medios de
comunicación a través de los anuncios publicitarios que se hallaban en los
periódicos, en la radio, en los manuales y las revistas dirigidos a las clases
altas y medias, logrando su objetivo de persuadir a los niños y a los padres
para adquirir los productos promocionados. Los medios modernos de comunicación,
el uso de imágenes y los textos persuasivos fueron algunos de los medios por el
cual, se adquiriendo los juguetes. Los niños se convirtieron en los mejores
amigos de las tiendas departamentales. Las estrategias de venta tuvieron que
ver con el acomodo de los juguetes, ya que estaban a la altura del infante.
Asimismo, los anuncios cumplieron con su función de promover los valores de la
felicidad infantil en la adquisición de un juguete. La “felicidad infantil”
estuvo ligado con la salud y la fortuna, ya que fueron valores que se crearon
en el mundo del consumo.
La representación del juguete y la adquisición de ellos formó parte de un estatus social, la importación y el uso del plástico fue símbolo de riqueza. A los juguetes se le proporcionaron valores como hábitos, disciplina y una forma de educación que se reflejaba en la adquisición material. Pero ¿Qué pasaba con los niños de escaso recursos podían cumplir con ese valor de la felicidad infantil? Nuevamente los medios de comunicación como: los periódicos y las fotografías fueron elementos clave para retratar esa idea abstracta de felicidad. En los periódicos había un apartado con forma de manual para la creación de juguetes que se podían elaborar con materiales reciclados. En un artículo del periódico el Universal “los juguetes andan por las nubes... Los niños no pueden subir a las nubes, porque la realidad ominosa los ata a la tierra […]”. Muchas de las veces los juguetes no eran la felicidad que necesitan los niños pobres, ellos tenían una gran creatividad que incluso se divertían con los animales del campo, este caso quedo retratado en la fotografía de Nacho López.
Ahora cada que veo un comercial promocionando un juguete para niñas y niños, hago una pequeña recapitulación que fui una niña privilegiada con juguetes de bajo del árbol de navidad donde no importaba la marca o el material con el cual estaba hecho, lo único que quería era jugar y pasar horas disfrutando del día en compañía de mi hermano, primos y amigos y no siempre fue a través de los juguetes.