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"En lo concerniente a la historia, esta reflexión es necesaria por la conexión que hay entre los valores e ideas del historiador con la historia que escribe. Esto no sólo pasa a la mera reflexión personal, sino que, en la raíz de grandes paradigmas se encuentra dicho problema"
A veces nos parece que los problemas filosóficos son tan elevados que se escapan de nuestras vivencias, pero el tema la libertad nos conciernen día a día y nos interesa en la manera en cómo entendemos la moral y lo histórico. Entonces, el objetivo de este artículo es presentar algunas reflexiones que permitan hacer dicha conexión entre la interpretación de nuestras vivencias y la manera en la que se comprende la realidad. Si no somos conscientes de ello, tendremos creencias que se contraponen; como la que aparece en este meme que se presenta a continuación:
(MEMES Doctos, 2023)
El problema en cuestión del que pretendemos ser conscientes de nuestra inclinación conceptual para comprendernos a nosotros mismos, así como nuestro aquí y ahora, para preguntarnos ¿Por qué pensamos así? y cuestionar nuestra interpretación de los hechos históricos partimos ya sea desde la necesidad o determinismo como acciones determinadas por un agente o por circunstancias exteriores ajenas a nosotros como individuos o, en cambio, desde la libertad donde somos nosotros los que tenemos la capacidad de injerir sobre sí mismos. Pero si ambos participan, nos toca preguntar hasta que punto y en qué momentos específicos es el dominio de uno o de otro en la capacidad de intervenir en la realidad histórica.
Sin importar por cual te inclines, te encontraras con la imposibilidad de satisfacer las pretensiones de absoluta verdad y consistencia conceptual. De modo que, encamina de manera decisiva, tu interpretación de los histórico y de lo humano; pues al decidir por una postura, niegas las implicaciones que la otra postura podría entregar o al no inclinarte por alguna, terminas sin consistencia lógica o forma de sentido alguna. Y la solución no puede darse, pensando el cual me mortificará menos porque tanto una como la otra llevan a conclusiones que en consecuencia perturban a la conciencia; pues ambas posturas se encuentra el problema de la nada y, por ende, la falta de sentido.
Ahora bien, en nuestra situación concreta, se ha visto como nuestro zeitgeist ha pasado de la idea de la libertad del ser humano, bandera del pensamiento moderno, de ser los dueños de nuestro destino como única condena que cargamos a una nueva forma de fatalismo donde nos vemos ahora condenados por la acción de “las generaciones muertas [que] gravita como una pesadilla sobre el cerebro de los vivos” (Marx, 2015, p. 39), O, nacer libre “y por doquiera… [estar] encadenado” (Rousseau, 1994, p. 10) por las estructuras antropológicas, psicológicas, sociales que nos moldean cual arcilla; o, hasta en algunos casos pensar, que son seres sobrenaturales, astrales, físicos o naturales los que rigen todos los aspectos de nuestras vidas. Por ejemplo, en las dos interpretaciones podemos encontrar discursos de la producción artística de los tiempos recientes que pasionalmente expresan el espíritu confuso de los tiempos venideros. En Megamente o Rango por ejemplo, nos encontramos con la idea de que nosotros somos los únicos que deciden que hacer de nosotros; mientras que en el Joker observamos que, a pesar de nuestras intenciones, las condiciones sociales nos edifican un camino del que no podremos escapar. Por lo que, ambas se encuentran en conflicto constante a cada paso que damos.
En lo concerniente a la historia, esta reflexión es necesaria por la conexión que hay entre los valores e ideas del historiador con la historia que escribe. Esto no sólo pasa a la mera reflexión personal, sino que, en la raíz de grandes paradigmas se encuentra dicho problema; ejemplo de esto es el existencialismo y el estructuralismo. Por un lado, se nos dice que toda responsabilidad de las acciones del sujeto cae en el mismo y el que no haya algo más de eso a algunos les produce una gran angustia; en el caso de lo histórico que es el sujeto o el ser humano el agente de cambio. En el otro caso se nos advierte que nuestra conducta esta regida ya por estructuras que nos preceden y que son estas las que nos motivan a actuar de la forma que hacemos.
Con esta exposición, se abre el espacio para hacer conciencia de la existencia y de los problemas que trae consigo ser alguien que se dedica a la investigación de la actividad humana, que estos problemas deben ser abordados y reflexionados. Que hay que asumir que no hay explicaciones sencillas en la historia y, por ende, es un campo abierto a nuevas ideas que no sólo influyan en la ciencia sino en nuestras vidas.
Bibliografía:
Marx, K. (2015) El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte. Alianza. Madrid.
MEMES Doctos. (3 de noviembre de 2023)
Rousseau, J.-J. (1994) Del Contrato social. Discurso sobre las ciencias y las artes. Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los hombres. Alianza. Madrid.