¿Realmente existe una diferencia entre Salmerón y los historiadores que critican como Enrique Krauze, si ambos terminan justificando las narrativas oficiales del Estado desde su respectiva trinchera ideológica? Ponemos la moneda en el aire, dando a ustedes, los lectores del Temporal, la respuesta
¡Vaya
novedad! El proyecto Sembrando Historia, impulsado por Pedro Salmerón y Paco
Ignacio Taibo II, se presenta oficialmente –en medios de comunicación y redes
sociales de institutos gubernamentales-como un esfuerzo de divulgación
combativa que busca disputar el espacio del debate histórico frente a
narrativas dominantes que consideran una historiografía conservadora. Sin
embargo, y al paso de los días, al analizarlo, es evidente la falta de
congruencia entre su discurso de pluralidad y sus prácticas en la realidad.
A continuación, recalco uno de los
puntos más cuestionables, la omisión de antecedentes y la falta de
reconocimiento a iniciativas previas, mismas que han trabajado con objetivos
similares y, por si fuera poco, sin el respaldo gubernamental del que dispone Sembrando Historia.
Sin asumir ningún tipo de protagonismo o sentimiento de competencia, es
evidente que el Laboratorio de Imaginación Histórica (LABIH), quienes hasta hace un par de meses nos presentábamos como Sembradores
de Historia, llevamos años desarrollando proyectos de divulgación con un
impacto significativo en distintos estados del país, de forma autogestiva y con
más colegas, sin los apoyos de los que gozan Salmerón y Taibo II. La ligera omisión
de los intelectuales orgánicos de la 4T
no es menor, en un gremio donde la ética profesional y el reconocimiento del
trabajo ajeno son fundamentales, apropiarse de una idea sin reconocer
antecedentes demuestra la misma lógica hegemónica que el propio proyecto dice
combatir.
Además, desde hace unos días hemos
comenzado a evidenciar dichas incongruencias, sin embargo, las críticas a esta falta de reconocimiento han sido respondidas con
bloqueos en redes sociales, esto solo responde –como en los tiempos del PRI
y el PAN- a la contradicción entre lo que Salmerón y Taibo predican y lo que
hacen en práctica. Nos burlamos, pues la ironía es evidente, se dedicaron a
criticar a la historiografía hegemónica por su cerrazón y verticalidad, pero
replican las mismas actitudes de falta de diálogo cuando la crítica les apunta
a ellos.
Destacamos que, mientras Sembrando Historia se presentan como un
proyecto independiente de divulgación, cuentan con el respaldo del Archivo
General de la Nación, el Archivo General Agrario y el Instituto Mexicano de la
Juventud, instituciones que responden a la línea oficialista de la 4T. entonces
preguntamos ¿Qué tan combativa puede ser una iniciativa que, en lugar de
construirse desde abajo y de forma autónoma, se desarrolla con recursos y apoyo
gubernamental? ¿Realmente existe una diferencia entre Salmerón y los
historiadores que critican como Enrique Krauze, si ambos terminan justificando
las narrativas oficiales del Estado desde su respectiva trinchera ideológica?
Ponemos la moneda en el aire, dando a ustedes, los lectores del Temporal, la
respuesta.