Addi Vladimir Yáñez García (IBERO)
Correo: ygvlad666@gmail.com
Dedicó su vida a viajar por el mundo para documentar las experiencias humanas, lejos de discursos moralistas, doctrinarios o políticos, capturó en imágenes las formas en que las personas vivieron y sufrieron el capitalismo...
El pasado 23 de mayo del 2025 falleció
el fotógrafo brasileño Sebastião Salgado; la relevancia sociocultural de su
obra nos obliga a reflexionar sobre la acción humana y las implicaciones sobre
su entorno. Elementos particulares de su biografía arrojan luz sobre su
sensibilidad artística y el interés por denunciar las consecuencias del mundo
capitalista moderno y las formas de vida que estableció; se crió en la granja
familiar enclava en la selva de Minas Gerais, la abundancia de recursos
permitió que esa granja fuera prácticamente autosuficiente y, por consecuencia,
gran parte de su vida estuvo alejado de la vida industrial urbana. No sería
sino hasta que viajó a la ciudad de São Paulo, para llevar a cabo sus estudios
como economista, que entraría en contacto con la vida moderna, esta fue una
experiencia de enorme significación personal pero que racionalizó gracias a su
formación profesional; desde la economía pudo comprender el funcionamiento de
la industria, el mercado y sus consecuencias por todo el globo.
Dedicó su vida a viajar por el mundo
para documentar las experiencias humanas, lejos de discursos moralistas,
doctrinarios o políticos, capturó en imágenes las formas en que las personas
vivieron y sufrieron el capitalismo; una ventana para que el espectador tuviera
una imagen de la violencia de la que era capaz la especie humana. La crudeza de
estas imágenes impactó al mundo, la belleza con la que Salgado retrató la
miseria de la humanidad resulta incomoda, pero a la vez fascinante, y eso le
vinculó con un fenómeno social particular.
El punk, durante la década de los 90,
una vez alejado de los reflectores del éxito comercial del que disfrutó en un
inicio, se tornó más crudo, y particularmente se volcó a denunciar la política
bélica, institucionalizada por la potencia hegemónica estadounidense, como
forma de expandir su influencia económica, en continua disputa con la URSS. Las
noticias de conflictos armados que impactaron Latinoamérica, África, Asia y una
parte de Europa fueron tan comunes que en un momento se hicieron cotidianas y,
con ello, menos impactantes. Fue en ese contexto que el movimiento punk
vinculado a posiciones ideológicas como el anarquismo o el pacifismo se encontró
con las imágenes de Salgado, unas que representaban fielmente ese espíritu de
denuncia, crítica pero también de asco y misantropía; eso hizo que varias
imágenes del fotógrafo brasileño pasaran a formar parte de la gráfica punk y,
en gran medida, a ser consideradas como parte de esa contracultura hoy día.
Un ejemplo es el EP Free de la banda estadounidense RESIST. La portada forma parte de la serie fotográfica conocida como Gold, de Salgado; ella retrata los procesos de extracción de oro en la mina a cielo abierto de Serra Pelada, en el medio de la amazonia brasileña. En donde el autor encontró infinitas filas humanas que extraían costales de tierra con la esperanza de encontrar oro en ellas, la ambición les hacía funcionar con precisión milimétrica, que nadie diera un paso en falso o todo caería. En dichos de Salgado, lo que vio no fueron esclavos obligados a excavar, sino personas contagiadas por la codicia de la fiebre del oro, con la esperanza ciega de hacerse de uno de esos costales y que este no estuviera lleno de tierra, sino de oro.
Otro ejemplo, un clásico, del punk
neoyorquino es Extinction de Nausea. Una grabación con sonidos oscuros e
industriales y con letras que denuncian la represión sistematizada e
internacionalizada en función de los intereses económicos de las potencias
mundiales. La portada es una composición en alto contraste de una serie
fotográfica con la que Salgado capturó el desplazamiento de la población de
Ruanda, obliga a buscar refugio por la guerra, hambruna y los efectos
extractivistas del mercado mundial. Esta experiencia le llevó a reflexionar
sobre la riqueza de recursos y a darse cuenta de que la miseria humana eran en
gran medida un problema de reparto y que; inevitablemente la sociedad, en
especial de esos lugares del mundo como Latinoamérica o África, estaríamos en
completo enfrentamiento con los Estados nacionales y sus intereses, cuyas
víctimas fueron documentadas por el lente de Salgado. En palabras sus palabras
“nuestra historia es una historia de guerra, una historia de represión, una
historia de locos”.