Testigos del Pasado - Vestigios conventuales: fundaciones de monjas en CDMX por David Fabián Calderón Corona



La breve semblanza de estos conventos, es una muy pequeña muestra de lo que las calles de la Ciudad de México tiene para contarnos, espacios que en este caso aún perviven y en su interior se desarrolló todo un contexto histórico-social que dio forma a  una parte de la sociedad novohispana.


Las calles de la Ciudad de México guardan un sinfín de historias, mismas que en ocasiones pasan desapercibidas por la vida tan apresurada que tenemos. Espacios que a simple vista no dicen mucho, pero si prestamos atención y detenemos un poco nuestro andar para apreciarlos, podemos percibir como dan testimonio y cuentan cómo se forja esta gran urbe. Un ejemplo de esto son los ex –conventos de monjas, fundaciones que se llevaron a cabo en la época del virreinato y que entre sus muros vivieron mujeres en oración y contemplación.


En primera instancia fray Juan de Zumárraga considera plausible traer beatas al nuevo mundo para educar a las mujeres, sin embargo, no dio el resultado que esperaba ya que las beatas no cumplen con los votos que profesan las monjas al ingresar al claustro, en ese sentido es la orden concepcionista quien con sus reglas y constituciones responden a la necesidad planteada por el Obispo.


Convento de la Inmaculada Concepción


Fundado en el año de 1540, actualmente solo queda la iglesia que perteneció al convento, ubicado en calle de Belisario Domínguez n°3 en el centro histórico, en un principio el terreno era propiedad del conquistador don Andrés de Tapia quien donó estas tierras a Zumárraga, pero en 1629 una gran inundación dejo todo en ruinas. Este convento se considera la madre de las posteriores fundaciones, “la orden concepcionista fue la que más se extendió en la Nueva España. En la ciudad de México se fundaron ocho conventos”, de los cuales se desprende “Regina Coelli” (1573), “Jesús María” (1580), “La Encarnación” (1594) y “Santa Inés” (1600).


Convento de Jesús María


Es el convento quien da nombre a esta calle, ubicada en Jesús María n° 39, “El real convento fue fundado con el objetivo de dar cabida a las hijas de los conquistadores pobres. Aquí podrían canalizar su vocación o refugio aquellas mujeres que no contaban con hacienda suficiente para pagar el dote”. El relajamiento de las reglas al interior del claustro y la bonanza de la orden provoca cuestionamientos y críticas sobre la finalidad de los claustros femeninos y por ende de las concepcionistas.


 En el escrito de Carlos de Sigüenza y Góngora: Parayso Occidental, en el cual cuenta la historia del convento, además de los acontecimientos que llevan particularmente a dos monjas: Sor Inés de la Cruz y Mariana de la Encarnación a fundar el primer convento de carmelitas descalzas en la Ciudad de México.


Convento de San José


Actualmente se le conoce como Santa Teresa “la vieja” o Ex Teresa Arte Actual. Fundado en 1616, este convento surge como respuesta a las órdenes femeninas que relajaron sus reglas y austeridad, alejándose de sus principios fundamentales. Los carmelitas descalzos u ordo fratum discateaorum b. Mariae V. de Monte Carmelo en respuesta a esta necesidad, algunos sacerdotes llevan consigo escritos de Santa Teresa quien basaba sus ideales en la austeridad, mismos que sirven de base para la fundación del convento carmelita en la capital del virreinato.


El impacto de este primer convento de carmelitas descalzas fue tal que, incluso fue impulsado por el arzobispo Juan Pérez de la Serna, “con una fundación descalza manifestaba que habría conventos con la más alta calidad de vida religiosa, como en la propia Península”.


Notas finales


La breve semblanza de estos conventos, es una muy pequeña muestra de lo que las calles de la Ciudad de México tiene para contarnos, espacios que en este caso aún perviven y en su interior se desarrolló todo un contexto histórico-social que dio forma a  una parte de la sociedad novohispana.


 Entrar a los templos de los ex –conventos es trasladarnos en el tiempo y tratar de imaginar cómo estos conventos dieron sentido a la religiosidad que permeo la vida de la sociedad novohispana y complementándolo con trabajos de investigación como los de Rosalva Loreto López, Asunción Lavrin, Manuel Ramos Medina y una larga lista de investigadores, nos queda la tarea de difundir con este tipo de espacios para que todos conozcamos la importancia que tiene cada fuente, desde un pedazo de papel, hasta los grandes monumentos.

 

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