A pesar de todo, el hecho de aprender diferentes puntos de vista desde diversos contextos nos ayuda a discernir en la historia, para lograr obtener una visión más objetiva y clara sobre nuestro pasado.
“La Historia
ha sido una de las herramientas políticas más utilizadas por los gobiernos
mexicanos para poder justificar sus decisiones o legitimar sus políticas,
cambiando las narrativas, enfatizando eventos que los benefician, mientras que
se minimizan otros perjudiciales con la intención de ganar el apoyo popular y
fortalecer su gobierno.”
El uso de la historia como herramienta política
y social en México, proviene desde la colonización española, donde intentaron
eliminar completamente los rastros de la cultura prehispánica, para reivindicar
su derecho divino sobre las tierras en América y su idea de raza superior. Hoy
en día se puede ver reflejado el uso de la Historia en los discursos políticos de
grupos conservadores, los cuales rescatan elementos históricos: la religión y
el idioma.
Los gobiernos del PRI durante el siglo XX en un
intento de legitimar su estancia en el poder, decidieron apropiarse de la
historia, ¿cómo hicieron esto? Se adueñaron de la Revolución Mexicana,
refiriéndose a sí mismos como herederos mártires de la Historia como lo fueron
Hidalgo, Carranza, Juárez, Morelos, entre otros. Utilizando a la Secretaría de
Educación Pública (SEP), haciéndola cómplice en tergiversar la Historia, con la
intención de encubrir los excesos del gobierno como sucedió con la matanza de
Tlatelolco, la cual se intentó por mucho tiempo borrar su huella histórica.
En la actualidad, uno de los temas más polémicos
respecto a la SEP, son los libros de texto gratuito, larga tradición de los
gobiernos por cambiar la enseñanza de la historia a su favor. Sin embargo, la
interpretación de la misma, por parte de los autores tampoco se puede dejar de
lado, esa es una de las tareas del historiador a pesar de que es clave el
conocimiento sobre los personajes, sucesos o fechas históricas, una de las
cosas que caracterizan a su profesión, es su capacidad para poder interpretar y
transmitir la Historia; esto siempre se ha llevado de la mano con los contextos
sociales, políticos, culturales, económicos y principalmente ideológicos del
autor. Esta diferencia de percepción ideológica se puede ver representada en
los partidos políticos de México, los cuales en su necesidad de obtener apoyo
popular tergiversan y dan a conocer la historia a su conveniencia.
Queda claro que al menos en la educación básica,
continuará el conocimiento de una Historia alterada y reinterpretada para
servir a intereses particulares, sin embargo, a pesar de todo, el hecho de
aprender diferentes puntos de vista desde diversos contextos nos ayuda a
discernir en la historia, para lograr obtener una visión más objetiva y clara sobre
nuestro pasado.