La Feria del Libro del Zócalo es el puente que conecta a los autores, escritores, poetas, filósofos, fotógrafos, historiadores e historietistas locales, nacionales y latinoamericanos, así como de otros países.
Esto pasó
en la feria del libro del zócalo, en su edición más especial en los últimos cuatro
años. Antes de 2018 la Feria del Libro, si bien tenía una afluencia muy
estable, no obtuvo mucha relevancia como ahora: había presencia de las casas
editoras, pero sus precios eran tan altos que no existía gran variedad en ellos;
incluso, había presencia de una o varias conferencias, algunas eran muy buenas
otras eran muy aburridas o no llamaban la atención.
Pero desde
2018 a la fecha, la feria del libro del zócalo fue recuperando poco a poco su
nombre, porque es un encuentro entre tanta creatividad y sabiduría lleno de
muchos libros, mezclado entre tres mundos: el prehispánico, el colonial y el
contemporáneo. Arte, surrealismo, creatividad, imaginación, sabiduría,
testimonios, retratos, etc. Un mar de conocimiento nos abre las alas y nos
libera de las cadenas de la opresión, la ignorancia y la demencia.
Hago
referencia a este periodo entre los años de 2021 hasta 2024, por ser muy
especiales: la de 2021 por dedicar un homenaje al Monero Antonio Helguera, así
como en ese año se llevaron a cabo cinco conmemoraciones en nuestro país que
marcaron un punto y aparte.
En 2010
fueron las celebraciones del Bicentenario de la Independencia y Centenario de
la Revolución, carecieron de valor patriótico, cultural e histórico, con datos
erróneos, personajes contrarrevolucionarios del sector conservador,
confundiéndose con insurgentes; la de 2021, se caracterizó por ser un año de
conmemoraciones emblemáticas que han marcado nuestra historia mexicana: desde
la fundación y caída de México-Tenochtitlan, la consumación de la Independencia
de México, la creación de la SEP como uno de los logros de la Revolución
Mexicana, hasta el Halconazo o el jueves de corpus. Fue un año para volver a
repensar, analizar e incluso deconstruir el contexto histórico de estos cinco
acontecimientos.
En la
edición de 2022 el tema fue: “Latinoamérica a la Vanguardia”, América Latina
voltea nuevamente sus raíces a su literatura, sus autores, sus causas, nuestra
cultura, nuestra hermandad. En la edición del año pasado, 2023 fue dedicado al
presidente de Chile, Salvador Allende, y a la activista Rosario Ibarra de
Piedra, así como a la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado de
Chile.
Este año
2024, la edición estuvo dedicada a los hermanos Carrillo Puerto: Felipe
Carrillo Puerto (activista, zapatista, Diputado Suplente del Congreso
Constituyente y Gobernador de Yucatán) y Elvia Carrillo Puerto (feminista,
política y sufragista mexicana); se colocó un stand en defensa y solidaridad
con Palestina. (Abro un paréntesis y me solidarizo con la causa Palestina y
condeno el ataque cobarde y genocida por parte del Israel).
La Feria del Libro del Zócalo es el puente que
conecta a los autores, escritores, poetas, filósofos, fotógrafos, historiadores
e historietistas locales, nacionales y latinoamericanos, así como de otros
países.
Poder
armar un círculo de lectura, mientras escuchas a uno de los flautistas más
reconocidos de México; escuchar una charla entre dos senadores sobre literatura
y libros de corriente filosófica; intercambiar libros con otros compañeros
antes de la siguiente conferencia; mientras entran a la discusión periodistas
independientes con el público, hablando sobre sus anécdotas en los medios
corporativos, o compartiendo sus experiencias con la población; mientras los
moneros presentan su nuevo libro, satirizando a los medios corporativos y sus
estrellitas intelectuales, ante un público que llenó todos los stands y las
carpas con las casas literarias desde los independientes y emergentes, hasta
los más reconocidos.
Mientras
las otras Ferias del Libro, cobran por la entrada en recintos reducidos, con
casas editoriales limitadas y con poco espacio, la Feria del Libro del Zócalo
representa el renacimiento de la corriente intelectual nacional y
latinoamericana, así como el reencuentro del pueblo en la plaza mayor de la
Ciudad de México. Además, no solo se presentaron nuevos libros o charlas de
diferentes temas con el público, sino que al mismo tiempo se encontraron
autores, escritores y periodistas nacionales, latinoamericanos y del extranjero
conviviendo con el público. La mayor parte hubo firmas de libros y algunos se
tomaron la foto hasta la última persona que había en la fila, además, la música
fue pieza clave.
Puedes buscar
entre las casas editoriales o librerías independientes, algunas joyas
literarias o las publicaciones nuevas, charlar sobre diferentes temas y al caer
la noche, disfrutar la música en vivo con grupos de rock argentino, como El Mato a un Policía Motorizado; también
podías disfrutar de la trompeta, el contrabajo y la guitarra del grupo
multicultural Jenny and the Mexicats.
En esta edición se reunió a más de 1.2 millones de personas, durando el evento
un corto lapso de diez días. Pero eso, no impidió reunir a la población, acercarlos
aún mes e incluso, expandiendo sus horizontes a otros lados de la Feria del
Libro, siempre compartiendo, debatiendo o charlando sobre distintos temas, haciendo
nuevos colegas.
Reunidos
en un mar de conocimiento, sabiduría, experiencia, expresión, creatividad,
lucha, resistencia, resiliencia y solidario, es el encuentro del conocimiento
con el pueblo en el corazón de la gran Tenochtitlan. Un encuentro de las mentes
latinoamericanas en el corazón de la capital chilanga y mexicana, es el
renacimiento de la corriente pensante y libertaria de todas las voces de
Latinoamérica en el corazón de la plaza mexicana.
Por ello, la Feria Internacional del Libro del Zócalo es el puente entre el conocimiento y las corrientes nacionales y latinoamericanas con la población de México.