Ahora bien, el término novohispano solamente se utilizaba para hacer referencia a los habitantes de la Nueva España, aunque la palabra no se utilizaba en esa época, no se puede tampoco pensar que era utilizado para referirse como nacionalidad...
Tendemos
a imaginar el pasado virreinal en blanco y negro, del mismo color que las
vestiduras de la nobleza española durante el siglo XVII. La realidad fue
diferente, el mundo novohispano se conformó por un amplio abanico de colores y matices,
comprendiendo desde la apariencia y el origen de sus habitantes, así como de
sus fiestas, la comida, la vestimenta, la arquitectura, la política y la religiosidad
entrelazados en la cotidianidad. Es decir, las manifestaciones sociales y
culturales dieron un carácter peculiar a dicha sociedad.
Los
conquistadores, asumieron a su llegada que todo el territorio sería igual desde
el suelo hasta los habitantes del lugar en las Cartas de relación a mediados de
1520, Hernán Cortés nombra este territorio como Nueva España, posteriormente será
el rey Carlos V, quien ratificará este nombre, otorgando el título de
gobernador y capitán general de Nueva España a Hernán Cortés.
Pero
no existía un límite determinado ni detallado, era un territorio ilimitado cuyas
fronteras eran difusas y por un gran tiempo permanecieron prácticamente
desconocidas. Fue hasta principios del siglo XIX, que el científico alemán
Alexander Von Humboldt, establecería con mayor claridad los límites de Nueva
España.
Ahora
bien, el término novohispano solamente se utilizaba para hacer referencia a los
habitantes de la Nueva España, aunque la palabra no se utilizaba en esa época,
no se puede tampoco pensar que era utilizado para referirse como nacionalidad,
porque el concepto de nación tal y como lo entendemos ahora tampoco existía,
asociado a las nociones de patria, nacionalismo, etcétera. Pero, entonces, ¿cómo
se autonombraban los habitantes de la Nueva España?
Fue mediante las corporaciones, es
decir, se organizaba como un cuerpo en el cual cada grupo social tenía un rol y
una función específica; además, debía colaborar y cumplir con su papel para que
el equilibrio social se mantuviera, por esta razón, cuando los novohispanos
enviaban una queja, petición u opinión lo hacían como miembros de un grupo o
corporación, ya sean como zapateros, el cabildo, los indios, los agustinos
entre otros más.