Placebo - Propaganda de atrocidad: El caso del occidente y el comebebés musulmán por Roberto Pérez Verti

 

Roberto Pérez Verti (ENAH)
Contacto: roberto.perez@enah.edu.mx


Desde el atentado terrorista del 11 de septiembre de 2001, el discurso occidental se ha enfocado en crear una imagen de los musulmanes como bárbaros subhumanos que no tienen el mínimo respeto por los derechos humanos. No obstante, es un discurso que, no sólo justifica el ataque selectivo a un grupo terrorista, sino que también legitima el bombardeo y genocidio de la población palestina en la franja de Gaza.


En el momento que leí el encabezado Hamas decapita 40 bebés en asentamiento israelí supe que alguien estaba intentando hacer que tragara mierda. Una búsqueda rápida de la noticia en Google me llevó a los grandes corporativos de noticias como BBC, CNN, FOX e incluso ForoTV. Todos dando el mismo encabezado y obteniendo su información de la misma fuente: i24. Cuando vi que Google no me daría una respuesta seria, tuve que buscar en medios alternativos como blogs, foros y chats de Telegram, en la búsqueda de justificar mi negación. No sólo encontré que efectivamente la maquinaria propagandística occidental quería que comiera mierda, sino también que ya nos había hecho comer mierda varias veces antes.

 

Un ejemplo de esto ocurrió en octubre de 1990. Una chica de quince años conocida como Nayirah habló de cómo, durante la invasión de Kuwait, el ejército iraquí de Saddam Hussein entró al hospital, sacó a todos los bebés de las incubadoras que robaron y asesinaron a los bebés al abandonarlos a su suerte. Amnistía Internacional confirmó esta información de algunos refugiados y llevó, finalmente, a justificar la entrada de los Estados Unidos en la guerra del Golfo. Sin embargo, Nayirah no era una niña kuwaití cualquiera, sino que era la hija del embajador de Kuwait en los Estados Unidos y su apellido real era al-Sabah. Más tarde se confirmó que, a pesar de la muerte de bebés y niños en los hospitales, estas muertes se habían dado por el abandono de doctores y enfermeras, no por un acto directo del ejército iraquí. (1)

 

Otro ejemplo ocurrió en 2011, durante la guerra civil de Libia contra el régimen de Muammar Gaddafi. Susan Rice, diplomática estadounidense, informó al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que el ejército leal a Gaddafi estaba siendo suministrado de viagra con la intención de fomentar violaciones masivas en el frente de batalla. Rice solicitó la intervención de Estados Unidos en Libia durante la presidencia de Barack Obama. Y, a pesar de la falta de evidencia concluyente, esto no impidió que medios masivos, como NBC, divulgaran encabezados sobre las violaciones masivas cometidas por el ejército libio. (2)

 

Hoy nada ha cambiado y ahora la desinformación la da el medio i24, conocido por sus cercanos lazos al régimen del Primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu. En este medio podemos ver noticias sin fundamento en contra de los palestinos durante el conflicto y el empleo de veteranos del Ejército de Ocupación Israelí (IDF) como fuente de información. Hace unos días hizo una nueva nota sin fundamento: “40 bebés ejecutados por Hamas”. La noticia se propagó como fuego por todos los medios de comunicación de Occidente incluyendo la FOX, NBC y CNN. Sin embargo, posteriormente resultó que el IDF no pudo confirmar el informe y tampoco planea proporcionar más información sobre el tema, argumentando "respeto a los muertos", a pesar de que la maquinaria propagandística ya había liberado docenas de imágenes de los verdaderos crímenes cometidos por Hamas. Es evidente que los medios de comunicación occidentales no se tomaron el tiempo de difundir un titular que informara sobre la dudosa veracidad de la información que recibieron. (3)

 

En los tres casos anteriores nos encontramos con una herramienta mediática llamada propaganda de atrocidad y es utilizada para legitimar las ofensivas brutales bajo la bandera de defensa de un grupo “bárbaro”. Desde el atentado terrorista del 11 de septiembre de 2001, el discurso occidental se ha enfocado en crear una imagen de los musulmanes como bárbaros subhumanos que no tienen el mínimo respeto por los derechos humanos. Israel y el Occidente están más que felices con que la población favorezca la respuesta brutal ante los asesinos de bebés. No obstante, es un discurso que, no sólo justifica el ataque selectivo a un grupo terrorista, sino que también legitima el bombardeo y genocidio de la población palestina en la franja de Gaza.

 

Fue mi propia iniciativa el dedicar el tiempo y esfuerzo para encontrar la verdad dentro de un discurso de odio hacia los musulmanes. A pesar de vivir en la “época de la información”, la supuesta información que se me puso a la mano era falsa y estaba envuelta en un discurso que buscaba que mis vecinos, hermanos, padres, familiares y compañeros odiaran a los musulmanes y no les importara el genocidio que está ocurriendo en Palestina. Es importante para todos nosotros reconocer que el internet no es neutral ni objetivo, no está libre de las narrativas hegemónicas que nos hacen justificar guerras como las de Ucrania y Palestina. No se trata de negar los crímenes de guerra cometidos por grupos islámicos, sino reconocer lo fácil que es la manipulación de nuestros sentimientos a partir del bombardeo masivo de información falsa.


Referencias


(1)   https://en.wikipedia.org/wiki/Nayirah_testimony


(2) https://www.theguardian.com/world/2011/apr/29/diplomat-gaddafi-troops-viagra-mass-rape


(3)  https://www.aa.com.tr/en/middle-east/despite-refutations-from-israeli-military-headlines-that-hamas-beheaded-babies-persist/3016167

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