Desde el atentado terrorista del 11 de septiembre de 2001, el discurso occidental se ha enfocado en crear una imagen de los musulmanes como bárbaros subhumanos que no tienen el mínimo respeto por los derechos humanos. No obstante, es un discurso que, no sólo justifica el ataque selectivo a un grupo terrorista, sino que también legitima el bombardeo y genocidio de la población palestina en la franja de Gaza.
En el momento que leí el encabezado Hamas
decapita 40 bebés en asentamiento israelí supe que alguien estaba
intentando hacer que tragara mierda. Una búsqueda rápida de la noticia en
Google me llevó a los grandes corporativos de noticias como BBC, CNN, FOX e
incluso ForoTV. Todos dando el mismo encabezado y obteniendo su información de
la misma fuente: i24. Cuando vi que Google no me daría una respuesta seria,
tuve que buscar en medios alternativos como blogs, foros y chats de Telegram,
en la búsqueda de justificar mi negación. No sólo encontré que efectivamente la
maquinaria propagandística occidental quería que comiera mierda, sino también
que ya nos había hecho comer mierda varias veces antes.
Un ejemplo de esto ocurrió en
octubre de 1990. Una chica de quince años conocida como Nayirah habló de cómo,
durante la invasión de Kuwait, el ejército iraquí de Saddam Hussein entró al
hospital, sacó a todos los bebés de las incubadoras que robaron y asesinaron a
los bebés al abandonarlos a su suerte. Amnistía Internacional confirmó esta
información de algunos refugiados y llevó, finalmente, a justificar la entrada
de los Estados Unidos en la guerra del Golfo. Sin embargo, Nayirah no era una
niña kuwaití cualquiera, sino que era la hija del embajador de Kuwait en los
Estados Unidos y su apellido real era al-Sabah.
Más tarde se confirmó que, a pesar de la muerte de bebés y niños en los
hospitales, estas muertes se habían dado por el abandono de doctores y
enfermeras, no por un acto directo del ejército iraquí. (1)
Otro ejemplo ocurrió en 2011,
durante la guerra civil de Libia contra el régimen de Muammar Gaddafi. Susan
Rice, diplomática estadounidense, informó al Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas que el ejército leal a Gaddafi estaba siendo suministrado de viagra
con la intención de fomentar violaciones masivas en el frente de batalla. Rice
solicitó la intervención de Estados Unidos en Libia durante la presidencia de
Barack Obama. Y, a pesar de la falta de evidencia concluyente, esto no impidió
que medios masivos, como NBC, divulgaran encabezados sobre las violaciones
masivas cometidas por el ejército libio. (2)
Hoy nada ha cambiado y ahora la
desinformación la da el medio i24, conocido por sus cercanos lazos al régimen
del Primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu. En este medio podemos ver
noticias sin fundamento en contra de los palestinos durante el conflicto y el
empleo de veteranos del Ejército de Ocupación Israelí (IDF) como fuente de
información. Hace unos días hizo una nueva nota sin fundamento: “40 bebés
ejecutados por Hamas”. La noticia se propagó como fuego por todos los medios de
comunicación de Occidente incluyendo la FOX, NBC y CNN. Sin embargo,
posteriormente resultó que el IDF no pudo confirmar el informe y tampoco planea
proporcionar más información sobre el tema, argumentando "respeto a los
muertos", a pesar de que la maquinaria propagandística ya había liberado
docenas de imágenes de los verdaderos crímenes cometidos por Hamas. Es evidente
que los medios de comunicación occidentales no se tomaron el tiempo de difundir
un titular que informara sobre la dudosa veracidad de la información que
recibieron. (3)
En los tres casos anteriores nos
encontramos con una herramienta mediática llamada propaganda de atrocidad y es utilizada para legitimar las ofensivas
brutales bajo la bandera de defensa de un grupo “bárbaro”. Desde el atentado
terrorista del 11 de septiembre de 2001, el discurso occidental se ha enfocado
en crear una imagen de los musulmanes como bárbaros subhumanos que no tienen el
mínimo respeto por los derechos humanos. Israel y el Occidente están más que
felices con que la población favorezca la respuesta brutal ante los asesinos de
bebés. No obstante, es un discurso que, no sólo justifica el ataque selectivo a
un grupo terrorista, sino que también legitima el bombardeo y genocidio de la población
palestina en la franja de Gaza.
Fue mi propia iniciativa el dedicar
el tiempo y esfuerzo para encontrar la verdad dentro de un discurso de odio
hacia los musulmanes. A pesar de vivir en la “época de la información”, la
supuesta información que se me puso a la mano era falsa y estaba envuelta en un
discurso que buscaba que mis vecinos, hermanos, padres, familiares y compañeros
odiaran a los musulmanes y no les importara el genocidio que está ocurriendo en
Palestina. Es importante para todos nosotros reconocer que el internet no es
neutral ni objetivo, no está libre de las narrativas hegemónicas que nos hacen
justificar guerras como las de Ucrania y Palestina. No se trata de negar los
crímenes de guerra cometidos por grupos islámicos, sino reconocer lo fácil que
es la manipulación de nuestros sentimientos a partir del bombardeo masivo de
información falsa.
(1) https://en.wikipedia.org/wiki/Nayirah_testimony
(2) https://www.theguardian.com/world/2011/apr/29/diplomat-gaddafi-troops-viagra-mass-rape