La quietud, la paz, lo que predican aquellos que propician la diferencia entre nosotros. Está por terminar, y todo comenzó con uno de nosotros que se atrevió a decir NO; ahora ¡REVOLUCIÓN!
- Estas a salvo
- ¿de qué lo estas?
De las balas, de las bombas,
del hambre, tal vez… puedes pensar que estas a salvo de todo eso, que la guerra
ya acabo o que, si sigue, pero está del otro lado del mar.
Paz para unos, guerra para
otros, pobreza para todos, eso es lo que predica el mal Gobierno esclavo de los
intereses capitalistas.
Muévete, deberías, o podrías
salir quemado, por la fiera braza del fuego capitalista que viene anunciando de
años atrás.
-
Voy a volver, Espérame.
No hay sorpresas, siempre lo
mismo, para pocos algo, para menos todo, para todos nada.
Dime la verdad ¿el sol saldrá
para todos mañana?
-
Verdad…
¿Verdad que?
Claramente la situación es
crítica, y es que ya no se trata de una mediática crisis ambiental, económica,
o social. La situación mundial a la que nos ha orillado el imperio capitalista
que se extiende por todo el globo, nos ha dejado con repercusiones que hoy en
día ponen en riesgo toda la humanidad.
Es decir, verdad que el
capitalismo no es sustentable, y que al final de cada día vende y renta libertad,
así como justica. No podemos seguir con la indiferencia de creer que no es
nuestra lucha la de derrocar de una vez por todas a todos esos burgueses que
poseen corona sobre la cabeza en vez cerebro; ellos que juran verdad, predican
mentiras y prohíben la duda. Aquellos que se santifican ante Dios, juran amor y
apuntan con arma de hambre y miseria.
Camaradas, compañeras y
compañeros, me gustaría hoy decir que hay otras opciones que hay otras maneras,
pero ciertamente ya no las hay; la única salida es la organización y lucha de
nuestra clase, la estudiantil y trabajadora porque hoy estudiantes mañana
proletarios, así entonces se vuelve nuestra obligación continuar con la lucha,
porque el echo que hoy se trabaje ocho horas, que más mujeres tengan la
posibilidad de estudiar es porque hubo quienes alzaron la voz y se hicieron
escuchar. Largo es el trayecto que nos queda por recorrer, pero damos gracias a
nuestros y nuestras camaradas que dieron su vida a la lucha, hay un camino por
detrás que ellos avanzaron y hoy nos dejan como herencia para seguir por
delante.
también es decir verdad que hay un gran rezago de mentes dormidas, rezagos que provocaron chacales como Ordaz como Echeverria como Gortari, provocaron miedo, aislaron y separaron, pero seguimos algunos conscientes de la opresión que se nos ejerce y del campo de esclavitud que nos espera, donde aguardan deseosos los poderosos llenos de codicia. Por tanto, nos quedan así dos opciones o lamentarnos y obedecer o levantarnos y luchar.
La
quietud, la paz, lo que predican aquellos que propician la diferencia entre
nosotros. Está por terminar, y todo comenzó con uno de nosotros que se atrevió
a decir NO; ahora ¡REVOLUCIÓN!