Un poco de Historia para tu vida cotidiana - Tradiciones que Persisten: Samhain y el Origen del Halloween por Nordi Verónica del Rocío Enríquez Flores

Nordi Verónica del Roció Enríquez Flores (ENAH)

Samhain y Halloween comparten ciertas características, como el reconocimiento de la muerte y la conexión con el más allá, no obstante, existen diferencias importantes en su enfoque y significado.

Han transcurrido diez meses del 2024 y estamos en octubre, en la cultura popular se le conoce como el mes de las brujas porque se celebra Halloween, una fiesta estadounidense que se ha expandido alrededor del mundo. Aunque el carácter de esta festividad es comercial, proviene de civilizaciones antiguas.

 

El Samhain, es una festividad celta que marca el fin de las cosechas y el inicio del invierno, sus raíces se encuentran en la cultura y la espiritualidad de los pueblos europeos antiguos. A lo largo del tiempo, dicha tradición ha sido adoptada, transformada por diversas culturas, dando origen a lo que se conoce hoy en día como Halloween. Pero, ¿qué elementos conservó y cuáles modificó o eliminó? Pues bien, en esta columna, se responderá a esta pregunta, abordando su evolución histórica y la forma en que ambas reflejan la conexión del ser humano con la vida, la muerte y el más allá.

 

Samhain, celebrado el 31 de octubre, es parte de los cuatro festivales celtas junto a Imbolc, Beltane y Lughnasadh. Para los antiguos celtas, esta fecha anunciaba la culminación del año agrícola y el comienzo del invierno, se creía que, durante ese día, el portal entre el mundo de los vivos y el de los muertos se abría, permitiendo que los espíritus de los ancestros regresaran a la Tierra.

 

Las actividades que los pobladores realizaban eran encender hogueras, rituales de adivinación y banquetes en honor a los difuntos. Las comunidades se reunían para recordar a sus seres fallecidos, llevando alimentos y bebidas a sus tumbas, pues era un momento de reflexión. Al mismo tiempo guardaban respeto, sintiendo temor hacia las fuerzas desconocidas que podrían rondar en la oscuridad.



Con el ascenso del cristianismo, un gran número de costumbres paganas fueron transformadas o incorporadas en nuevas festividades. En el siglo VIII, el Papa Gregorio III declaró el 1 de noviembre como el Día de Todos los Santos, tiempo para honrar a los mártires y santos. La noche previa, es decir el Samhain, se le nombró "All Hallows' Eve" o "Víspera de Todos los Santos", que más tarde se abreviaría Halloween.

 

A través de los años, el Halloween adquirió elementos de distintas tradiciones culturales, incluyendo el "truco o trato" ("trick or treat"), costumbre de la cultura irlandesa y escocesa, la cual se cree, tiene origen en la práctica de "souling", donde los pobres recorrían casa por casa, pidiendo alimentos a cambio de rezar por las almas de los difuntos.

 

Ahora bien, Samhain y Halloween comparten ciertas características, como el reconocimiento de la muerte y la conexión con el más allá, no obstante, existen diferencias importantes en su enfoque y significado. El Samhain es una celebración de la vida y la muerte, para honrar a los ancestros, reflexionando sobre el ciclo natural de la existencia. Por otro lado, Halloween se ha convertido en una festividad de carácter más comercial, en la que predominan los elementos de miedo, disfraces y celebración.

 

 Otra diferencia entre ambas festividades, es su naturaleza. Mientras que el Samhain se centraba en rituales y solemnidad, el Halloween ha adoptado un carácter más lúdico y en ocasiones superficial. Esto nos obliga a preguntarnos: ¿cómo las festividades van perdiendo su significado original a medida que se adecuan a las corrientes culturales modernas?

 

Actualmente la "noche de brujas", es una de las festividades más celebradas en los Estados Unidos y en otros países a lo ancho del mundo. De esta comercialización se derivó una diversificación de productos: disfraces, decoraciones y golosinas. Sin embargo, su reajuste no está exento de críticas, algunos argumentan que la comercialización ha despojado a Halloween de su conexión histórica con la muerte y el misterio, transformándolo en una celebración vacía y superficial.



A pesar de ello, hay quienes intentan recuperar el espíritu original de Samhain dentro de la celebración moderna de Halloween. Grupos neopaganos y wiccanos han rescatado tradiciones antiguas, promoviendo ceremonias que honran a los muertos y conectan con la naturaleza. Este movimiento ha fomentado un interés renovado en las prácticas espirituales que celebran la vida y la muerte de manera más significativa.

 

Ambas celebraciones, aunque distintas en su expresión, nos invitan a reflexionar sobre nuestra relación con la muerte. En una sociedad que a menudo evita el tema, estas festividades ofrecen una oportunidad para confrontar el miedo y la incomprensión que rodea la muerte. Recordar a nuestros seres queridos fallecidos, ya sea a través de rituales en Samhain o a través de la tradición de los disfraces y las calaveras en Halloween, nos ayuda a aceptar la muerte como parte natural de la vida.

 

La muerte es tanto un final como un inicio, puesto que homenajear a los que han partido, podemos encontrar consuelo y comprensión en el ciclo de la vida. Esta perspectiva es fundamental para entender por qué el Samhain y el Halloween han prevalecido a lo largo del tiempo, acoplándose a nuevas culturas y generaciones.

 

El Samhain y el Halloween, aunque en muchos aspectos, comparten un legado profundo que nos pone en contacto con nuestra humanidad. Al celebrar el segundo, sabemos que tiene sus raíces en el Samhain y reflexionar sobre el valor del lazo que nos une a nuestros ancestros, la muerte y el cambio de estaciones. Esta celebración nos exhorta a confrontar el miedo, enaltecer la memoria de nuestros antecesores, recordándonos que, pese a las transformaciones culturales, la búsqueda de conexión y comprensión del ciclo de la vida es el verdadero significado de estas fiestas.




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