REPORTAJE COMUNITARIO- Del ritual al espectáculo. Los “Huehuenches”, ¿una nueva forma de resistencia a la gentrificación?

 



Por Estefania Gómez Romero

Comunicarse mediante símbolos y significados es una actividad que ha realizado el ser humano desde hace miles de años. Esta forma de comunicación ha generado un vínculo entre todos los integrantes del grupo que les da una identidad social. Mediante la ritualidad se presentan todos estos significados que hablan de la solidaridad, comunidad y renovación.


Los pasados días del mes de marzo comenzaron los carnavales. Periodo que históricamente se ha caracterizado por ser ese proceso de renovación, inicio de un nuevo ciclo en la tierra, así como del espíritu de las personas; pero igual es una época de fiesta, “destrampe”, sátira y disfrute.


Ilustración 1: Gómez Romero Estefania, Los tres Demonios, Ixtlahuaca de Cuauhtémoc, 2019, archivo personal.


Del 01 al 05 de marzo en la comunidad Ixtlahuaca de Cuauhtémoc, municipio de Temascalapa, en el Estado de México; se llevó a cabo este ciclo ritual. Los Huehuenches, nombre con el que es identificado este carnaval, se realiza días previos al miércoles de ceniza. Año con año todas las personas de la comunidad se preparan para su realización, mostrando su creatividad a través de disfraces que, con un toque único, participan en el significado que tienen estos rituales carnavalescos.


Ilustración 2: Gómez Romero Estefania, Las payasitas y una “drug”, Ixtlahuaca de Cuahtémoc, 2025, archivo personal.


Para Ixtlahuaca, los huehuenches son una manda que seguir, compromiso que relaciona a todas las festividades religiosas consecuentes del año. Si bien esta manda es para poder pagar las fiestas, específicamente la del día 19 de marzo en honor al Señor de Chalma y a San José, integra otro sentido: la “bendición” para tener un año de excelentes cosechas. Con el cumplimiento de este ritual, cada individuo logra así la renovación de su alma, perdón de todos sus pecados para poder iniciar el periodo de abstinencia tan cercano presente, el periodo de la cuaresma


Ilustración 3: Gómez Romero Estefania, Manda cumplida, Ixtlahuaca de Cuauhtémoc, 2019, archivo personal.


Sin embargo, este año tuvo un aire diferente, pues hubo personas (especialmente la gente mayor) quiénes sintieron que no hubo carnaval, este año no les gustó y mencionan que el verdadero significado y objetivo ya no estuvo presente, permeando el individualismo y rivalidad.


La realización de este ritual conlleva la “separación” de la comunidad en dos “barrios”, Santa Cruz y San Antonio; los cuales hacen el recorrido de toda la comunidad casa por casa para cumplir el objetivo: la recaudación de fondos para las festividades. Durante el último día ambos barrios se reúnen en el centro de la comunidad para terminar con esta separación, pedir perdón, dar gracias en la iglesia por poder terminar un año más de carnaval y así con un último baile, se reúnen todos mostrando la unidad de la comunidad. Estas ideas son las que los abuelos trasmitían año con año integrando la fe, devoción y respeto.


Durante la última década, la comunidad de Ixtlahuaca ha crecido demográficamente Consideramos que esto llevó a los organizadores a promocionar esta festividad, para darle un “punch” al ritual. Integraron nuevos grupos musicales reconocidos nacionalmente, así como la promoción de este por redes sociales, Facebook principalmente


Ilustración 4: Comitiva San Antonio, Promoción, Ixtlahuaca de Cuauhtémoc, 2025, Facebook.


Para los pobladores esto fue una pelea entre barrios, para saber cuál es el mejor, pero ¿y el ritual? Si bien la ritualidad integra este aire de división, es precisamente lo que el ritual tiene como objetivo, regular aquellas tensiones de separación para renovar la comunicación. ¿En qué momento lo colectivo dejó se ser importante?, ¿por qué la separación se hizo evidente?


Claro, la comunidad ya no es la misma, pero nos atrevemos a decir que llevar estas ideas al espectáculo no es forma de preservarlo, las tradiciones que han pasado de generación en generación no necesitan llegar a estos niveles de presentación, pues la identidad que da a su grupo social se pierde y se modifica. Si bien toda la comunidad quiere ser vista, ¿por qué caer en la transgresión de su identidad?


Las respuestas de las comitivas ante tales críticas mencionan que no es sencillo organizar un evento de tal magnitud, claro es evidente por ese crecimiento, pero ¿no es esa promoción la que llevó el descontrol del mismo?


Ilustración 5: Gómez Romero Estefania, Cierre, Ixtlahuaca de Cuauhtémoc, 2025, archivo personal.


Por medio de este escrito se realiza la atenta invitación a una reflexión, que lleven  a cabo aquel objetivo de este periodo de abstinencia, ¿de verdad el circo es necesario para preservar?, ¿cuál es su nueva manda?, ¿qué dejamos a las futuras generaciones?, ¿este espectáculo de verdad beneficia a la comunidad local?


Esperemos que estas palabras sirvan de introspección, dejando de lado qué barrio es el mejor, cuál es el que entrega mejores disfraces y cuál es el que tiene mejores ideas, recordando que la unión es el fin y lo que siempre ha caracterizado a la comunidad. Y bien como ellos mismo lo mencionan, que esto quede para “los años venideros” con ese respeto que se merece.            










Tal vez te interesen estas entradas

No hay comentarios